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5 marzo 2021

Descubre tu huella en armas

Entrevista a Eduardo Aragón (Investigador del Centre Delàs y activista de la campaña Banca Armada) y Maria Fraile (Técnica de proyectos de la Fundació Novessendes y activista de la campaña Banca Armada)

Qué es la campaña Banca Armada y qué objetivos persigue?

La campaña nace con el objetivo de denunciar los vínculos entre entidades financieras, tanto españolas como extranjeras, con empresas de la industria militar mediante su financiación. Su finalidad es sensibilizar a la ciudadanía y movilizarla para exigir unas políticas más éticas y responsables a nivel político, social y medioambiental.

La iniciativa fue impulsada en 2007 por cinco entidades, entre ellas el Centro Delàs de Estudios por la Pau y, actualmente, son 10 las organizaciones de todo el Estado que se suman a la denuncia de la llamada Banca Armada.

¿En qué medida depende de los bancos el negocio militar?
Igual que cualquier otra gran empresa inserta en el sistema capitalista y globalizado, las empresas armamentistas también requieren todo tipo de servicios financieros y financiación para poder continuar con su producción de armamento y tienen una ratio de endeudamiento similar a la de muchas grandes multinacionales. Para decirlo de otro modo, aproximadamente, 3 de cada 4 armas no se podrían fabricar sin esta financiación. Además, parte de las exportaciones de armamento también requieren sus servicios.

La última iniciativa ha sido la creación de una nueva APP, ¿en que consiste? Cómo ha sido la acogida?

A pesar de que gran parte de la sociedad rechaza la guerra, la financiación de la industria militar es, como se ha dicho, una realidad necesaria por su funcionamiento. Por lo tanto, la aplicación web (www.petjadaenarmes.org) se crea para informar a la ciudadanía sobre las prácticas de muchas entidades financieras que potencialmente vinculan nuestros ahorros con actividades que no encajan con nuestros valores, como por ejemplo la guerra.

Así, la APP nos permite conocer estas inversiones a partir de nuestros hábitos de consumo, ya sea como particulares o como personas jurídicas (empresas privadas, entidades sin ánimo de lucro o instituciones públicas). Y, por otro lado, también nos da claves para movilizarnos contra la banca armada y optar por alternativas de finanzas éticas más coherentes con nuestros valores.

Su funcionamiento es sencillo. La usuaria podrá escoger todos los bancos con los que opera y, según la base de datos del Centro Delàs, obtendrá su “huella en armas”. Esto le permitirá conocer qué de las entidades escogidas financian el sector armamentista, cuánto dinero destinan, cuáles son las empresas o qué tipología de armamento fabrican. Por ejemplo, la tipología de armamento incluye desde electrónica militar hasta armamento nuclear, este último prohibido recientemente por un tratado internacional.

Un mes después de su lanzamiento podemos decir que la acogida ha sido un éxito desde su lanzamiento el 4 de febrero. Tan suelos durante los dos primeros días recibió más de 3.000 visitas. Creemos que este impacto demuestra claramente la necesidad que tiene la ciudadanía de conocer las prácticas financieras de sus bancos y el amplio rechazo que provocan aquellas que promueven la industria de la guerra.

Quién ha participado en el proyecto?

Esta propuesta surge en el marco de un proyecto financiado por la Generalitat Valenciana, liderado por SETEM País Valenciano y la Fundación Novessendes y que cuenta con la colaboración del Centro Delàs de Estudios por la Pau. Aun así hay que destacar que en los diferentes apartados de la aplicación se pueden encontrar recursos y acciones impulsadas por varias entidades implicadas en la Campaña Banca Armada, como por ejemplo HECHOS o SETEM Cataluña.

Cada vez más, los bancos tradicionales apuestan por el Greenwashing, Banca Armada ayuda a contrastar sus campañas?

Nosotros, siempre hacemos una denuncia con los datos contrastados que obtenemos. Grandes entidades financieras como BBVA, Santander u otros, siempre pueden elaborar protocolos, nuevos productos y muchas políticas internas que parece que van encaminadas hacia la desinversión fósil o la no relación con la industria del armamento, a pesar de que continuamente, nosotros y otras campañas denunciamos sistemáticamente que ahora mismo están en el camino contrario, como recientemente ha pasado con el Santander, que ha anunciado que se descarbonizará en los próximos años. Con la financiación del armamento acostumbra a pasar el mismo porque establecen normativas, muy laxas y que a menudo siempre están dentro de los límites de la legalidad, pero muy fuera de los de la moralidad y acaban involucrados en la financiación de empresas que participan de alguna manera u otra en el negocio de la industria armamentista. Una entidad financiera no puede afirmar tan fácilmente que apuesta por una transición ecológica, que es el que necesitamos en un contexto de emergencia climática, cuando se demuestra que tiene relaciones con la industria del extractivismo fósil y la del armamento que también es muy contaminante y los bienes que produce son siempre nocivos por la vida a la tierra. Se nos hace también difícil creer que los actores que nos han llevado a este escenario de militarismo y emergencia climática nos ayudarán a salir de esta situación liderándola, vale más apostar por las finanzas éticas siempre.